Los actos incívicos como dejar basura fuera de los contenedores, la suciedad de algunos espacios por la propia actividad de las personas, como simplemente los botellones, son denunciados a diario por ciudadanos y ciudadanas que posteriormente queremos hacer uso de éstos o simplemente nos indignamos al verlos.
El problema que planteamos es que estos comportamientos están siendo analizados como conductas que son responsabilidad individual y estas son categorizadas como incívicos. Esta visión favorece y perjudica unas políticas u otras al no considerarse como algo que va más allá. Así, desde esta perspectiva la solución es sencilla: la policía como efecto disuasorio o sancionador, ahora bien, ¿Es efectiva como única medida?, ¿Existen otras posibilidades a largo plazo que no estamos tomando en consideración?
Esta cuestión ya se ha tratado por diferentes profesionales y municipios y es que es una preocupación generalizada, pero los ayuntamientos y las instituciones pueden responsabilizarse o no, de esta problemática. Lo más habitual hasta ahora ha sido lo segundo, puesto que entenderlo como algo individual facilita una explicación de impotencia por parte de la administración y responsabilizaría únicamente a la persona.
¿Alternativa? Empezar por entenderlo como un problema colectivo, una cuestión de ciudad en la cual el ayuntamiento, con la implicación de las instituciones educativas, organizaciones vecinales y la ciudadanía puede intervenir de otra forma que con sanciones y aumento de la vigilancia como la gran panacea.
Diversos estudios apuntan que un grado más alto de sentimiento de pertinencia influye en una actitud cívica y solidaria. Por lo tanto, proyectos que vayan más allá de las clases ordinarias, que no se tema a socializar en aquellos valores que como ciudad nos interesa, que permitan conocer la realidad de Rubí y fomentar la participación activa en aquellas organizaciones vecinales que hacen una labor comunitaria imprescindible, son medidas que un ayuntamiento tiene a su alcance y por las que debe apostar en un plan estratégico involucrando a todos los actores mencionados.
Cuando hacemos la pregunta: ¿Y esto lo harías en tu casa? Sabemos perfectamente la respuesta y tiene que ver con que sentimos eso como nuestro, y mientras no nos sintamos dueñas de nuestra propia ciudad no podremos avanzar hacia soluciones colectivas para problemas colectivos, sino que estamos ofreciendo excusas para no pedir responsabilidades a la administración competente.
Puede que sea el momento de apostar por perspectivas más comunitarias si queremos cuidar y poder cohabitar en nuestra ciudad. Otras miradas son posibles.