Llevamos meses leyendo noticias al respecto del proyecto del parque de Ca n’Oriol y del Plan de inversiones. Son dos temas diferentes pero que se han visto relacionados por un motivo común: el consenso (o la falta de).
Del parque de Ca n’Oriol ya se ha hablado mucho, incluso hay otro artículo de opinión firmado por la misma persona que firma este. Aunque volveré a hablar (el proceso participativo que se ha sacado de la manga el gobierno de la ciudad es motivo de reflexión obligatorio).
Pero ahora empieza a eclipsar el ‘affair’ del parque una nueva polémica: el Plan de inversiones. Un plan que viene dado por el excedente presupuestario de este año. Ese dinero que “sobra” después de hacer balance y que, o lo devuelves al estado para reducir deuda o te lo gastas en proyectos sostenibles para la ciudad adjudicados antes de finalizar el año. Hoy la ley es así, mañana ya veremos.
Poder hacer proyectos para la ciudad siempre es bueno, o no, si se hacen por una mala gestión. Hacer proyectos para utilizarlos de campaña es legal, pero inmoral.
El caso es que la aprobación del plan de inversiones por parte de la oposición venía condicionada por la paralización previa del proyecto del parque de Ca n’Oriol hasta que no se asegurara un consenso más amplio y la incorporación de la participación ciudadana. El gobierno ha acelerado sin previo aviso esa participación ciudadana (se supone que desde el 2 de julio se está realizando una encuesta, estamos a 7 y nadie sabe nada) y el partido C’s se ha precipitado a publicar el apoyo al plan de inversiones. Y digo precipitado porque es mi sensación. Nadie sabe nada, no se ha negociado nada con ningún grupo y C’s ya pacta. Recordemos cómo el PSC Rubí puso a caldo a C’s en su perfil de Facebook (15/06/2018) cuando se enteró que no apoyaba el Plan de inversiones. Parece que miedo da una ‘mala’ reputación en las redes sociales. Ciudadanos Rubí, no tenéis personalidad (entre otras cosas).
De todas formas el apoyo de dos regidores de C’s no deja de ser una anécdota. El problema real es el apoyo de 5 regidores que no pertenecen a ningún grupo municipal, 5 regidores no adscritos que pertenecen al limbo, sólo están para cobrar. Uno tránsfuga, comprado por un sueldo de 40.000 euros anuales con un cargo a media jornada (te queda menos de un año, amigo Sergi) del cual todavía no he visto ninguna productividad, otros dos que dejaron C’s precisamente por incompatibilidad de ideas (o eso dicen) y otros dos que han sido expulsados de su partido ‘Popular’ ellos sabrán por qué. Vamos, todo un repertorio de regidores ejemplares que con su mismo ejemplo y criterio apoyan a un equipo de gobierno que desde que gobierna está en horas bajas. Vergüenza.
Llegan tarde y llegamos tarde. ¿Un plan de inversiones de 8.000.000 euros a proyectar en 4 meses? ¿Sin consenso ni participación? Ahora todo corriendo e improvisando por no comenzar desde el principio contando con todos, con los partidos y con las personas. Moneda de cambio al proyecto de Ca n’Oriol abandonada por el partido muleta, por el partido ‘bienqueda’ con el gobierno.
Podría escribir un libro con este tema, pero tampoco pretendo aburrir al personal. Sólo espero y deseo que la ciudadanía se vuelque en este proceso participativo de Ca n’Oriol y deje bien claro que las cosas han cambiado y que ‘los cortijos’ ya no funcionan como modelo político y, por suerte, están en peligro de extinción.