El próximo domingo 10 de noviembre los españoles y españolas tenemos una gran oportunidad para ejercer nuestro derecho a voto, una oportunidad para hacer al líder del Partido Popular, Pablo Casado, jefe del gobierno del Reino de España.
El Partido Popular es un gran partido que prioriza el interés general, una fuerza política que da confianza al ciudadano, crea empleo y, en los momentos económicos de mayor dificultad, los supera, un partido con credibilidad.
Somos la única alternativa constitucionalista en Catalunya, necesitamos un plan de construcción constitucionalista en Catalunya, ofrecer una alternativa al nacionalismo, a la socialdemocràcia o al progresismo, abrazados continuamente con fuerzas políticas nacionalistas y secesionistas, solo por ocupar una silla y un cargo político.
Para conseguir una gran alternativa tiene que haber ley y orden, defender el Estado Constitucional y ser una referencia. El Partido Socialista Obrero Español no es creíble, con un constitucionalismo de quita y pon, el PSOE deriva a un nacionalismo moderado.
Nosotros trabajamos para que todos los catalanes tolerantes, demócratas, que respetan la igualdad, libertad, justicia y pluralismo político puedan sentirse integrados en nuestro proyecto, en el Partido Popular y, además, para que sean respetados y amparados por el Estado.
Creemos en una Catalunya moderna, abierta y de vanguardia, que necesita la movilización Constitucionalista y, lo más importante, donde no exista una clase política encastrada en el servicio del nazionalismo.
El Partido Popular hace un llamamiento no solo a los ciudadanos de centro-derecha, sino a los demócratas, a los constitucionalistas, personas con las que compartimos unos valores comunes, personas que no vulneran los derechos de las sociedades avanzadas y prósperas, no nos podemos permitir una sociedad fragmentada, queremos una sociedad en la que impere la unión.
Catalunya no se puede permitir que se construya una enorme estructura nacionalista a costa del Estado Social como en el falso socialismo y nacionalismo. La deriva reaccionaria de la izquierda es la que se alía con los nacionalismos a costa de todos los trabajadores.