Cuando un grupo político, como es el caso del del Partit dels Socialistes de Catalunya de Rubí, trabaja con verdadera vocación de servicio en esto de la política municipal, tiene el deber de leer y escuchar las opiniones de toda la ciudadanía. Estas opiniones, subjetivas siempre en mayor o menor grado, constituyen una representación de las diferentes sensibilidades que cohabitan en un mismo espacio: todas son válidas y todas nos enriquecen de un modo u otro.
Existen excepciones, claro.
Es el caso del artículo ‘Qui governa Rubí?’ firmado por Aitor Sánchez y publicado en diversos medios locales.
Echemos un breve vistazo al texto.
La importancia del léxico utilizado, lo que connota y denota: trilerismo, omertá. Connotaciones pseudomafiosas, o paradelincuenciales. La crítica es siempre legítima, claro está, pero en un texto el tono lo es todo, y el uso de la ironía requiere de cierta pericia en la escritura.
En el texto mencionado, lo desacertado de cierto lenguaje difumina dicha crítica y se adentra en la mera descalificación, por cierto, injustificable.
Claro está que, en los últimos tiempos, aquello a priori injustificable lo es si es en aras de arremeter contra todo y todos aquellos que no opinan lo que ciertos sectores: ya saben, la consabida retahíla de fascistas, colonos, botiflers, etc. ya son meros epítetos, por ello es necesario agregar al decálogo otros adjetivos más imaginativos.
Recuerde siempre, señor Sánchez, que este grupo municipal puede cometer errores, pero no es reprochable el trabajo diario y constante que, orgullosas y orgullosos, desempeñamos cada día, todos los días, para toda la ciudadanía, sin excepción. Y sin recurrir a prácticas mafiosas, aclaro. Toda esta dedicación no es humo; es más, intentamos convertir nuestro programa en realidades tangibles que repercutan en el bienestar de todos los rubinenses y las rubinenses.
Con todo, esto es anec-dótico. El núcleo del artículo bien podría ser el argumentario que se arroja desde la atalaya de la superioridad moral: “Treballen per una ciutadania cada vegada més submisa, cada vegada més acrítica i adormida. Una ciutadania de ciutat resort, sense voluntat per construir un demà, granges de vot fàcil alimentades pels mitjans generalistes.”
Esto es, no votan ustedes bien, o al menos no votan lo que a mí me gustaría, o básicamente lo que sucede es no me votan a mí. ¿Es eso lo que opina de sus conciudadanos y conciudadanas? Otra vez, el tono es muy importante.
Recuerde, sr. Sànchez que “les opinions seran sempre nostres”, y estaría bien responder por ellas.