Cerca de un centenar de personas asistieron el pasado sábado a la charla sobre las fuerzas armadas españolas y sobre el papel del ejército en una democracia moderna ofrecida por el teniente Luis Gonzalo Segura. El teniente Segura es el autor del polémico libro ‘Un paso al frente’, en el que narra presuntos casos de corrupción en el estamento militar y prácticas ilegales, y por el cual ha estado dos meses en prisión y tiene abiertos diferentes expedientes disciplinarios que podrían acabar con su carrera militar.
Durante la charla, organizada por Podemos Rubí, Segura aseguró que “las fuerzas armadas son una dictadura y lo son porque la sociedad lo ha permitido”. El militar criticó el gasto en Defensa, que calificó de “opaco” y apuntó que “se enmascara en diferentes partidas presupuestarias para disimular los chanchullos que se hacen”. En este sentido, Segura aseguró que el presupuesto de 5.767 millones de euros no coincide con la auditoría de la Agencia Europea de Defensa que en 2012 estimaba el doble. Además señaló que “nos hemos gastado dinero en submarinos que no flotan, en aviones que no pueden aerotransportar carros de combate y en carros de combate que no disparan”. Segura cifra irregularidades por valor 40.000 millones de euros.
Sobre el futuro de las fuerzas armadas, el teniente considera que éstas son necesarias pero que deben estar bien dimensionadas. Así considera que se deben reducir efectivos, principalmente de la cúpula militar, “mayoritariamente ultraconservadora y ultracatólica, muy distante de representar proporcionalmente a la ideología de la sociedad actual”. Según Segura, “hay un excedente del 902% de oficiales que cuestan a esta sociedad 2.000 millones de euros al año. Yo cambiaría oficiales por soldados”.
Democratizar la justicia militar, sancionar duramente conductas inapropiadas o corrupción en las fuerzas armadas o permitir la libertad de expresión de los militares son algunos de los puntos a los que también se refirió el teniente, que no dudó en asegurar que “las fuerzas armadas son machistas y clasistas: se puede ser abiertamente lesbiana y soldado, pero lesbiana y oficial es impensable”.
El militar también se refirió al tema soberanista en Cataluña y señaló que una intervención militar no se justificaría bajo ningún concepto, puesto que un problema político y social debe resolverse políticamente y con diálogo ciudadano.